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domingo, 8 de enero de 2012

Yule - Sabbat Menor


El 21 de diciembre en el hemisferio norte y 21 de junio en el hemisferio sur tiene lugar la noche más larga y el día más corto del año: el solsticio de invierno, el momento en que la tierra está más inclinada con respecto al sol y por ello recibe menos luz.

Yule es la festividad que celebra este simbolismo del declive de la oscuridad y el resurgir de la luz y la esperanza porque, a partir de ahora, empiezan a crecer los días.

Simbólicamente hablando y de acuerdo con las tradiciones neopaganas, Yule representa el renacimiento del Dios después de su muerte en Samhain y es el primer ritual estacional de la Rueda de año, los 8 Sabbats, que se corresponden con fiestas solares: Yule, Imbolc, Ostara,Beltane, Litha, Lugnasah, Mabon y Samhain.

La naturaleza está dormida y es un buen momento de espera, de recogimiento y meditación, en este sentido destacan los siguientes rituales:
Reflexionar sobre nuestros planes futuros
Repasar los álbumes de fotos, anuarios y agendas
Pensar en la gente con la que se ha perdido contacto y escribirles-recontactarles
Quemar un leño, el leño de Yule, que es la versión hogareña de la hoguera de Litha-solsticio de verano que se celebra al aire libre. Antiguamente se esparcían las cenizas por los campos para hacerlos fértiles
Cocinar una torta o pastel llamado Yule log o tronco de Navidad
Mantener una vigilia nocturna para esperar el sol
RITUAL CON VELAS: encender alrededor de uno mismo muchas velas, siempre manteniendo la seguridad. Apagarlas todas en un momento de la ceremonia, sentarse a oscuras contemplando la oscuridad, la noche oscura del alma, y sintiendo lo que significa para cada uno. Volverlas a encender de una en una, desde la más céntrica y en sentido de las agujas del reloj, para simbolizar la rueda que vuelve hacia la luz del día

En el solsticio invernal, los dos temas divinos del ciclo anual coinciden incluso más determinantemente que en el solsticio estival. Yule (término que según Beda el Venerable, viene del escandinavo Yul, que significa ‘rueda’) señala la muerte y el renacimiento del dios sol, así como la expulsión del dios del acebo, dios del año menguante, por el rey del roble, dios del año creciente. La diosa, que en el solsticio estival mostraba su aspecto de muerte-en-la-vida, ahora lo hace de vida-en-la-muerte, pues aunque en esta estación es la “dama blancaleprosa”, la reina de la fría oscuridad, será el periodo en que tenga al Hijo Prometido, el Hijo-Amante que volverá para fertilizarla trayendo de nuevo la luz y el calor a su reino.

La historia de la Navidad es la versión cristiana del tema de renacimientodel sol, pues cristo es el Dios sol de la era piscis. El día del nacimiento de Jesús no aparece en los Evangelios y hasta eI año 273 la Iglesia no dio el paso, de gran transcendencia simbólica,de fijarlo oficialmente en el solsticio hiemal adecuándolo así con los otros dioses solares (como el persa Mitra, también nacido en el solsticio invernal).

Como explicó un siglo más tarde san Juan crisóstomo, arzobispo de constantinppla, con loable franqueza,la Natividad del “sol de la Rectitud” sejfi en aquellá fecha para que “mientras los paganos estaban ocupados con sus ritos profanos, los cristianos pudiesen celebrar los suyos sagrados sin ser molestados”.

“Pagano” o “sagrado” dependen del punto de vista, puesto que, básicamente, ambos celebraban lo mismo, el tránsito del ciclo anual de las tinieblas a la luz. San Agustín reconoció el significado de la festividad solar cuando urgió a los cristianos a celebrarla en honor de aquel que creó el sol, más que por el sol mismo.

En Belén, María es, por tanto, la diosa en su aspecto de vida_en_la_muerte. San Jerónimo, el más grande de los eruditos entre los padre de la lglesia, que vivió en Belén desde el año 386 hasta su muerte en 420.nos cuenta que allí existía una arboleda dedicada a Adonis (Tamuz). Ahora bien, Tamuz, amante de la diosa Istar, era en aquella parte del mundo el modelo supremo del dios que muere y resucita, un dios _como casi todos los de este tipo- de la vegetación o del cereal, y Jesucristo se apoderó de este aspecto y del que lo relacionaba con el sol, comosugiere el sacramento de la eucaristía. como señala Frazer (La Rama Dorada, p. 455), es significativo que el nombre de Belén signifique ,la Casa de Pan’.

La resonancia entre el ciclo cereal y el ciclo solar se refleja en muchas costumbres: por ejemplo, en la tradición escocesa de guardar eI cereal de la Doncella (el último manojo que se siega en la cosecha) hasta la pascua de Navidad y después repartirlo entre el ganado para que prospere durante todo el año, o en la tradición alemana de esparcir las cenizas del yule sobre los campos o de guardar sus restos carbonizados para atarlos a la última gavilla de la siguiente cosecha. (Aquí, una vez mas nos encontramos con las propiedades mágicas de todo lo relacionado con el fuego del sabbat,incluyendo las cenizas, pues el Yule Lo es, esencialmente, el fuego del sabbat que se enciende dentro de casa a causa del frío del invierno).

Pero volvamos a María. A nadie sorprende que para ser una religión viable, eI cristianismo se viera obligado a readmitir a la Reina del Cielo en algo así como su verdadero rango, con una mitología y una devoción popular que sobrepasaban con mucho (a veces incluso en conflicto con ella) los datos bíblicos sobre María. Hubo que darle ese rango porque ella respondía a lo que GeoffreyAshe llama “un anhelo en forma de Diosa”, un anhelo que cuatro siglos de total chauvinismo masculino cristiano, tanto a nivel humano como divino, habían hecho intolerable. (Es preciso hacer hincapié en que el chauvinismo masculino de la Iglesia no lo inauguró Jesucristo,que trató a las mujeres como auténticos seres humanos, sino el odio al sexo y la patológica misoginia de San Pablo.)

La virtual deificación de María aconteció con pasmosa brusquedad, iniciada por el Concilio de Éfeso en el año 431 “entre un gran regocijo popular debido, sin duda, a la influencia que eI culto a la virgen Artemisa todavía había en el ciudad” (Enciclopedia Britanica, artículo sobre Éfeso).

Significativamente, coincidió con la decidida supresión del culto a Isis que se habia extendido por todo el mundo conocido. A partir de entonces, los teólogos se esforzaron por controlar a María, permitiendo su hyperdulia (‘superveneración’, una versión acelerada, pero sólo con ella, de la dulia, veneración, tributada a los santos) pero no sulatrin (Ia adoración que era monopolio del dios masculino). Con el paso de los siglos se logró crear una síntesis oficial de la Reina del Cielo con la que llevaron a cabo la notable
hazaña doble de deshumanizar a María y privar de sus implicaciones sexuales a la diosa. A pesar de todo, no pudieron encubrir su poder, y es a ella a quien el creyente común (sin tener idea acerca de la distinción entre hyperdulia y latria) se dirige “ahora y en la hora de nuestra muerte.”

El protestantismo enfiló el camino contrario y trató una vez más de desterrar completamente a la diosa, aunque lo único que consiguió fue despojarla de una magia que eI catolicismo, aunque de manera distorsionada y con consecuencias catastróficas, retuvo, pues la diosa no puede ser desterrada.

(Para un análisis más profundo y completo del fenómeno mariano, véase The virgin, de Ashe, y Alone of AtI Her ser, de Marina warner.)En la Pascua de Navidad la diosa también preside el otro tema divino,el del rey del roble y el rey del acebo, que a pesar de ser ignorado por la mayor parte de la teología oficial sobrevivió en la tradición navideña popular. En las mumming playsa de Navidad el brillante San Jorge mataba al oscuro caballero turco’e inmediatamente después gritaba que había matado { su hermano. “oscuridad y luz, invierno y verano, son complementarios entre sí. Por eso surge el misterioso’ Doctor ,que revive al hombie muerto con su botella mágica para que todo concluya entre la música y el regocijo. Existen muchas variaciones locales de la misma representación, pero la acción es substancialmente la misma.’, (Doreen valiente, An ABC of witchcraft, pp. 858-60 .) Las mumming de Navidad sobreviven localmente, por ejemplo en Drumquin, condado de Tyr.one, donde jóvenes granjeros exóticamente enmascarados y vestidos van de granja en granja representando el mismo y antiguo tema con palabras y acciones heredadas de sus ancestros. Radio Telefis Éireann filmó una excelente película sobre el tema para participar en 197g en el Golden Harp Festival.
Con demasiada frecuencia, desde luego, eI armonioso equilibrio entrela oscuridad y la luz, entre el necesario crecimiento y la áecHnación, han sido distorsionados confundiéndolos en una idea del bien-contra-elmal.

Las campanas de la iglesia de Dewsbury, yorkshire, han repicado durante casi siete siglos’the Devil’s Knell’ o’the old Lad,s passingi durante la última hora del día de Nochebuena, ad.virtiendo al príncipe del Mal que el Príncipe de la Paz viene para acabar con é1. Después, a partir de medianoche, repican la bienvenida al Recién Nacido. una digna costumbre, por lo que se ve, a pesar de que realmente consagra una triste degradación del rey del acebo. Por muy extraño que parezca, el popular nombre de,Viejo Nick, para designar al diablo refleja la misma degradación. Nick fue otro de los nombres de Odín, que es un personaje del rey del acebo, como Santa Claus, por otro nombre San Nicolás (que en el antiguo folclore no conducía renos por el cielo sino un caballo blanco, como odín). Así, Nick, dios del año menguante, acabó cristianizándose en dos formas: como satán y como el más festivo de los santos. La Danza de Bromley Horn que se celebra enAbbot (actualmente en septiembre, aunque antiguamente fue un rito navideño) se basa en la iglesia parroquial de san Nicolás, lo que sugiere una continuidad directa con los días en que el patrón de la localidad no era san Nicolás sino Nick. (sobre Nick y san Nicolás,vet AnABC of Witchcraft,de Doreen Valiente, pp. 258-9.)

A propósito, en Italia el lugar de Santa Claus lo ocupa una bruja, y una dama bruja además. se llama Befana (Epifanía), y vuela sobre su escoba Ia víspera del día de Reyes llevando regalos a los niños que echapor Ia chimenea.

Una versión extraordinariamente persistente del tema del rey del roble/rey del acebo en el solsticio de invierno es el ritual dela caza y muerte del reyezuelo, una tradición folclórica que se encuentra en lugares tan distantes en el espacio y en el tiempo como la antigua Grecia y Roma o en las Islas Británicas actuales.

El reyezuelo del año menguante, es asesinado por su contrapartida del año creciente,el petirrojo, que le encuentra ocultándose en un arbusto de hiedra (o a veces en Irlandaen un arbusto de acebo, como cuadra al rey del acebo). El árbol del petirrojo es el abedul, que sigue aI solsticio de invierno en el árbol-calendario de los celtas. En el ritual representado, los hombres cazan y matan alreyezuelo con varas de abedul.

En Irlanda, el día de los ‘Muchachos del Reyezuelo” es el de San Esteban. el 26 de diciembre. En algunos lugares (por ejemplo, en el pueblo pesquero de Kilbaha, que se encuentra en el estuario del río shannon,en ál condado de Clare), los Muchachos del Reyezuelo son grupos de músicos adultos, cantantes y bailarines vestidos con ropas llamativas de

colores que van de casa en casa llevando la minúscula efigie de un reyezueloen un manojo de acebo. En el condado de Mayo los Muchachos del Reyezuelo (acompañados también por niñas) son grupos de niños que también llevan manojos de acebo y llaman a nuestras puertas recitando esta canción:

“El reyezuelo, el reyezuelo, el rey de los pájaros,
El día de San Esteban le cazaron en un tojo;
Arriba con la marmita y abajo con la cacerola,
Dadnos algún dinero para enterrar al reyezuelo’”

Solía ser ‘un penique’, pero la inflación ha sobrepasado la tradición’ En Irlanda, todas las decoraciones a base de acebo deben sacarse de casa después de Navidad pues se considera que a partir de entonces este símbolo
del año declinante trae mala suerte.

Fuente: Biblia de las Brujas

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