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miércoles, 7 de diciembre de 2011

CELEBRACIÓN 7 Y 8 DE DICIEMBRE



Historia

La celebración Católica de día del 8 diciembre, se instaura en el año de 1854, cuando el Papa Píolagañoso declaró en la bula Ineffabilis Deus, la Inmaculada Concepción de la Virgen María, dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción. Esta doctrina es de origen apostólico, aunque el dogma fue proclamado en 1854.

Significado de la celebración:
Cuenta la historia que el día que el Santo Padre tomaría esta decisión, en todas partes del mundo católico se encendieron velas. Era un mar de luces y desde ese entonces se mantiene ese tradición.

Hace 200 años la tradición de la luz se inscribió así en la celebración navideña como una convicción de que la mejor manera de honrar al Señor era designando a la Virgen como la luz del mundo.

Así, fieles a esta bella tradición católica, las calles de Colombia se vuelven el escenario de luz el 7 y el 8 de diciembre, el Día o Noche de las Velitas se celebra en toda Colombia, pero sus características varían en cada región

La fiesta de la Inmaculada ilumina como un faro el período de Adviento por eso su representación en la luz, es un tiempo de dulce y preparación para la llegada del Salvador. Mientras salimos al encuentro de Dios, que viene, miremos a María que “brilla como signo de esperanza segura y de consuelo para el pueblo de Dios en camino”. Con esta conciencia se realiza el tradicional homenaje a esta dulce Madre por la gracia y de la gracia. A ella nos dirigimos las noches del 8 de diciembre con la oración y la luz que recuerda el anuncio del ángel.




Tradiciones de esta Noche… en Colombia llamada “la Noche de las Velitas”

El Día o Noche de las Velitas se celebra en toda Colombia, pero sus características varían en cada región.

En Barranquilla, donde esta fiesta tiene un especial significado, el 7 de diciembre marca el inicio de las fiestas navideñas. En esta ciudad, el ambiente decembrino es enmarcado por los vientos alisios, los cuales generan un característico ambiente. La madrugada del 8, en medio de un popular ambiente festivo, los habitantes colocan faroles multicolores iluminados con velas en su interior en los frentes de las casas y en los andenes para celebrar la Inmaculada Concepción. Tradicionalmente, los faroles se fabrican artesanalmente con listones de madera que forman una pirámide truncada, cuyas caras se forran en papel celofán de color verde, amarillo, azul y rojo.

En el municipio de Quimbaya, en el departamento de Quindío, el Día de la Velitas se celebra cerrando las calles al tráfico, y se iluminan con velas, faros y linternas de papel en forma de animales, santos, y figuras del pesebre, las cuales llenan toda la ciudad de luz lo cual atrae a varios turistas nacionales e internacionales durante esta temporada. Otros eventos incluyen desfiles y fuegos artificiales.

En Medellín, la celebración es el 7 de diciembre, cuando las velas y faroles iluminan casas y calles. Al mismo tiempo se inauguran las luces de navidad en toda la ciudad, se hace el tradicional paseo del rio para ver sus riveras alumbradas, pero principalmente en las avenida La Playa, en esta última se realiza un desfile llamado Desfile de Mitos y Leyendas en donde se ponen en escena grandes figuras que representan los diferentes mitos y leyendas colombianas como el Mohán, la Llorona y el padre sin cabeza. Todas estas actividades culturales acompañadas de fuegos pirotécnicos que ofrece la alcaldía como regalo a la ciudad marcan el inicio de la navidad en Medellín.

En Bogotá, Cali, Bucaramanga y el resto del país, además de las decoraciones de Navidad y la celebración de las velitas, las ciudades realizan actividades nocturnas para la familia, museos, tiendas, y centros comerciales tienen horarios extendidos y eventos con fuegos artificiales.



En el Día de las Velitas se decoran los balcones, patios, andenes, calles, parques y plazas de Cali con velas y linternas de papel en honor a la Virgen María.

En la ciudad de Cúcuta se encienden las velitas en los cementerios de la Esperanza y Jardines de San José.


Decoración Navideña Tradicional

Los decorados mas frecuentes son una pirámide truncada conformada por una armazón de listones de madera, la cual está recubierta de papeles de colores o papel celofán generalmente con dibujos navideños. Otros diseños son las lámparas hechas de botellas con forma de flores poniendo debajo un listón de madera y en el interior las velas.





Música

Como durante todo diciembre, la música que se escucha trata de la Navidad. La cumbia "La inmaculada", del barranquillero Adolfo Echeverría, es una canción especialmente compuesta para el día de la Inmaculada Concepción. También es muy popular el garabato "Las cuatro fiestas" (8, 24 y 31 de diciembre y carnavales), del mismo Echeverría, tema que ha sido interpretado en otros ritmos y por distintos cantantes como el vallenato de Diomedes Díaz y la versión de la Niña Emilia.

martes, 20 de septiembre de 2011

QUE ES UNA ANJANA?



“La anjana (de jana, antiguo nombre con que se designaba a las hechiceras durante la Edad Media) es uno de los personajes más conocidos de la mitología cántabra. Estas hadas son la contrapartida a los crueles y despiadados ojáncanos y ojáncanas y en la mayor parte de las versiones son las hadas buenas de Cantabria, generosas y protectoras de las gentes. Su representación en la mitología cántabra recuerda a la de las xanas en Asturias, las janas en León y las lamias vascas.

En la tradición oral encontramos distintas explicaciones sobre la naturaleza de las anjanas. Unos dicen que son criaturas celestiales enviadas por Dios para realizar obras buenas y que tras 400 años regresan al cielo para no volver. Otros en cambio señalan que son espíritus de los árboles encargados de cuidar de los bosques. En todo caso, las describen de aspecto hermoso y delicado, con medio metro de estatura, ojos rasgados, brillantes pupilas negras o azules como luceros y mirada serena y amorosa. Tienen una piel blanquísima y su voz es dulce, unas veces parece un ruiseñor cuando están contentas y otras las de un escarabajo al pisar de las hojas en otoño. Esconden unas alas prácticamente imperceptibles y casi transparentes.

Estas ninfas de La Montaña poseen largas trenzas de color azabache u oro adornadas con lazos y cintas de seda multicolores y se ciñen a la cabeza una hermosa corona de flores silvestres.

En general sus ropas son blancas impolutas y por encima portan una capa de color azul con toques en dorado y rojo, pero durante el invierno se mimetizan con el ambiente vistiendo trajes negros. Siempre llevan consigo una larga vara de mimbre o espino con una estrella en la punta, la que cada día de la semana ilumina con luces diferentes.

 Según se dice es más fácil encontrarlas cuando aparecen los primeros rayos del alba o al atardecer, pero ellas son las que deciden ante quien mostrarse y ante quién no.

Se las ve paseando por las sendas de los bosques, descansando en las orillas de los veneros y en los márgenes de los arroyos que parecen que cobran vida. Conversan con las aguas que manan de las fuentes y manantiales que es donde vive. Ayudan a los animales heridos, a los árboles partidos por las tormentas o los ojáncanos, a los enamorados, a aquellos que se extravían en la frondosidad del bosque, a los pobres y a los que sufren.

Durante las noches, en algunas ocasiones, se pasean por los pueblos dejando regalos en las puertas de las casas de aquellos que se lo han merecido por sus buenas obras. Se dice también que las Anjanas se reúnen en el comienzo de la primavera en los altos pastos de los montes y danzan hasta el amanecer asidas de las manos en torno a un montón de rosas que más tarde esparcen por los caminos. Aquel que encuentre una de estas rosas de pétalos rojos, verdes y amarillos será feliz hasta la hora de su muerte.

Son hadas buenas de la montaña, son mieles y blanduras en su espíritu, reflejos de bondades, de misericordias, De mansedumbres, de virtudes, muy hermosas y cabales, son la parte buena del alma de la imaginación, de la fe, en estas hechiceras dulcísimas que alivian las penas, las zozobras, las inquietudes, las ansias, el hambre, la sed y el dolor.

Son un espíritu eternamente sosegado, de mes de Mayo, de noche de estío, de remanso transparente. Sensaciones de lo divino. Sementeras y rocíos inefables en sus manos pálidas, de sus ojos verdes y serenos que miran amorosamente.

El corazón de las Anjanas es una rosa muy grande, con muchas gotas de miel en las hojas y un rocíu que díz que son las lágrimas de la madre Dana.

Antes del amanecer han aderezado su cabellera, con peines de coral y lazos de seda, después se hincan y rezan una jaculatoria por todas las desgracias de los hombres. Andan lentamente por los senderos, se sientan a descansar a la orilla de los arroyos y los pajarillos les cantan canciones que solo ellas logran entender, conversan con las aguas...

Ellas saben preparar un brebaje antiquísimo y milagroso que puede curar a los enfermos, el cual usan para sanar a las criaturas de los bosques. Viven en grutas cuyas paredes están revestidas en plata y los suelos son de oro, estos palacios féricos están escondidos en las fuentes y manantiales más bellos.

Cuando pasean por los pueblos dejan regalos en las puertas de los que se lo han merecido y si se la invoca pidiendo ayuda ellas la prestarán si es buena persona, pero también castigan a quien las desobedece.
Las Anjanas hablan el idioma de la naturaleza por ello es que pueden comunicarse con toda la creación, perciben la energía de los insectos, aves y demás animalitos como la que emana de rocas o manantiales de aguas cristalinas. Son almas muy bondadosas que premian a las personas de buen corazón, pero castigan con mano dura a quienes cometen actos crueles contra todo ser vivo o alteren la paz del bosque.

Por su cualidad de ser fantástico estas hadas poseen la capacidad de adquirir forma humana para interactuar con los habitantes de este mundo, pero por ley tienen prohibido enamorarse de un mortal. Si una Anjana trasciende esta norma, será perseguida por la desgracia y el amor que la una a un ser humano estará marcado por el dolor.

Ambos se verán obligados vivir un eterno sufrimiento sin poder nunca saciar su sed ni su hambre, sentirán frío y no encontrarán abrigo, desearan la muerte pero esta nunca llegará por lo cual vagarán para siempre errantes y sin sosiego, juntos pero sumidos en la más profunda desgracia.

Dice la tradición que durante el equinoccio de primavera, en la media noche, se reúnen en las brañas y danzan hasta el amanecer cogidas de la mano, esparcen rosas y quien logre encontrar una de estas que tienen pétalos púrpuras, verdes, áureos o azules, será feliz hasta la hora de su muerte.

No hay suplica sin merced, ni virtud sin regalo, ni lástima sin remedio, ni amargura sin alivio cuando la invocación es sincera y se hace al amanecer en el punto y hora en que la Anjana deja asomar su báculo por entre las flores que rodean a la torca.

Nos contó una moza de Carmona que se le apareció una Anjana con el pelo suelto, largo y castaño, con picaya en la mano, con zapatos de piel parda, vestido ligero y parecido a la gasa blanca, Ojos verdes y con corona de flores en su delicada cabeza, bajita y bien parecida:





"Anjana de la compasión
aliviame el corazón
dame un pocu de consuelu
del que diz bajas del cielu
dame un pocu de alegría
en las horas de esti DIA
dame un pocu de la miel
y haz de la pena estiel
Anjana de la güena suerti
las mis penas son de muerti
dame tú la bendición
y aliviame el corazón." 



La Anjana y la Navidad.

Como relata el escritor montañés Manuel Llano en su obra Mitos y leyendas de Cantabria, las Anjanas llegarían a las poblaciones del interior de la región durante la madrugada del 6 de enero con la intención de traer a los niños diversos juguetes y regalos. Esto se produciría cada cuatro años y generalmente en familias pobres o de bajo nivel económico. La tradición aún se mantiene anualmente en algunas localidades de Cantabria, en convivencia con la figura del esteru.”